MASAJE DRENANTE

manos dando masaje de drenaje linfatico

¿Qué es el masaje drenante?

Es un masaje que actúa sobre el sistema linfático, aumentando el sistema inmunológico del cuerpo. Además de la eliminación de líquidos e inflamaciones.

¿Por qué se realiza?

Gracias a su acción antiedematosa y analgésica sobre las fibras musculares lisas, este está especialmente indicado para atenuar el llamado efecto de piel de naranja de la celulitis y para tratar edemas y cicatrices. Sobre su efecto sobre las fibras musculares estriadas, este se propone por su efecto relajante, en casos de músculo tensos o hipertónicos. En general, aumenta la respuesta inmunológica, mejorando así la respuesta del sistema de defensa en las zonas tratadas con el masaje. El sistema linfático regula el sistema inmunológico corporal.

unas mandos dando un masaje de drenaje linfatico

¿En qué consiste?

En un masaje suave y repetitivo, cuyo ritmo es más lento que el masaje tradicional (aunque algunas veces el ritmo se puede incrementar) sin la ayuda de productos, favoreciendo la activación de la linfa y la eliminación de líquidos. Se recomienda ciclos intensos, inicialmente de 2 a 3 sesiones semanales, seguidas de un tratamiento entre 2 o 4 meses. Esto puede cambiar según las necesidades.

Beneficios del masaje drenante

Este, estimula especialmente la musculatura de las paredes de los vasos linfáticos y utiliza el sistema linfático en sí para limpiar el cuerpo, reducir la inflamación y favorece el sistema inmunológico.

Esta técnica moviliza y drena las proteínas de los edemas linfáticos, que no son capaces de drenarse por medios instruméntales. Además tiene un efecto analgésico, regula el peristaltismo intestinal y normaliza el tono muscular

Técnica

Consta de maniobras muy suaves. Con esto se consigue una acción de bombeo sobre los tejidos, de forma que los vasos linfáticos puedan movilizar y volver a transformar la linfa. Cada maniobra tiene tres fases:

  • Fase pasiva de apoyo.
  • Fase activa de empuje.
  • Fase pasiva de relajación.

Con esto se consigue una acción de bombeo sobre los tejidos, de forma de que los vasos linfáticos puedan movilizar y volver a transformar la linfa.

Se realizan movimientos lentos, monótonos, armónicos, suaves y rítmicos. El ritmo de aplicación debe ser lento y la presión de la maniobra mínima. No debe realizarse bruscamente.

Se inicia siempre desde zona distal, a zona primordial, para saciar los ganglios colectores que van a recoger la linfa. Inicialmente, se deben abrir los vasos linfáticos situados en las ingles, axilas y entre clavículas y cuello.

Se hace sin ningún producto lubricante para evitar que las manos resbalen.

Las terapias manuales que aplicamos NO SUSTITUYEN NI EXCLUYEN la atención o el TRATAMIENTO MEDICO O FARMACEUTICO TRADICIONAL prescrito por profesionales sanitarios.